En esta noche gélida, un cachorro recién nacido yacía en la nieve, luchando por sobrevivir, mientras el frío avanzaba lentamente.
Este bulldog, ahora conocido como Draper, nació con sólo tres patas delanteras funcionales, lo que lo convierte en el único cachorro de la camada que tiene una discapacidad. Fue cruelmente abandonado y abandonado a su suerte en el suelo helado.
Mientras una espesa nieve cubría al indefenso cachorro en la oscuridad escalofriante de la noche, no podía comprender por qué su dueño lo había dejado ir tan fácilmente, dejándolo expuesto a los elementos helados.
Afortunadamente, un transeúnte compasivo se dio cuenta de su difícil situación y rápidamente lo levantó y lo envolvió en una cálida manta. Sin este buen samaritano, las posibilidades de que el cachorro sobreviviera la noche eran escasas.
El refugio de animales local fue alertado de inmediato y de buena gana acogieron al frágil cachorro. Le pusieron el nombre de “Draper” y lo colocaron frente a un calentador durante 24 horas para regular su temperatura corporal. Le cambiaban los vendajes con regularidad y su pierna delantera recibía cuidadosa atención. Draper comenzó su terapia con láser para ayudar en su recuperación.
Con el tiempo, mostró una mejora notable, disfrutando de comidas regulares y de un sueño tranquilo. En su nuevo hogar, está formando vínculos con compañeros caninos y felinos, cada vez más fuertes cada día. Draper puede ser diferente de otros perros, pero se niega a permitir que su discapacidad obstaculice su progreso.