Conozca a Valerie Reid, la increíble mujer que convirtió su casa en un hospicio porque no podía soportar la idea de que sus mascotas mayores murieran solas.
Whispering Willows ѕeпіoг Dog Sanctuary, una organización de rescate de mascotas en Missouri dirigida por Valerie Reid, está marcando una diferencia en las vidas de los perros mayores que han sido abandonados o han perdido a sus dueños.
Whispering Willows es un santuario de cuidados paliativos para toda la vida, por lo que acepta y cuida a perros que se acercan al final de sus vidas. Los perros que llegan a Whispering Willows nunca son adoptados ni acogidos, y nunca son encerrados en jaulas ni encarcelados como en otros santuarios de mascotas. En cambio, se mudan con Reid y su familia y permanecen allí hasta que fallecen.
Reid le dice a Daily Paws que “simplemente pueden estar aquí y estar en casa”.
Los perros mayores que llegan a Whispering Willows lo hacen por una variedad de razones, entre ellas, haber sido abandonados, haber perdido a sus dueños, haber tenido dueños que se mudan a hogares de ancianos y haber sido separados de sus dueños por una orden judicial.
Pero no parece que eso haya disminuido su entusiasmo por la vida. Reid explica: “Lo que me encanta de los perros mayores es que son muy indulgentes”. Siguen perdonando y amando sin importar lo que haya sucedido en su vida, ya sea un tгаᴜmа, abuso, negligencia o el hecho de haber perdido a su dueño y sentirse desesperados.
Reid afirma que, después de que su padre falleciera de cáncer, decidió abrir un santuario. Su perro doberman pinscher de 9 años, que lo había apoyado durante su batalla contra la enfermedad, se quedó como su compañero más cercano. Reid no pudo hacerse cargo de la mascota favorita de su padre a pesar de ser su cuidadora.
Afortunadamente, finalmente encontró una familia de acogida que podía brindarle al perro un hogar lleno de amor durante un año y medio más. Reid se puso a trabajar para ayudar a otras mascotas y familias a vivir la misma experiencia.
Imagínate llegar al trabajo y encontrarte con 68 cachorros moviendo la cola, dice Reid. Y verlos a ustedes los hace más felices que cualquier otra cosa en el mundo.
No todos los cachorros mayores del santuario llevan allí mucho tiempo. En sus últimos meses, algunos de ellos solo permanecen allí unos días o, tal vez, semanas. A pesar de su breve tiempo con Reid y del dolor que conlleva la pérdida de una mascota, ella afirma que brindarles consuelo en sus últimos días sigue siendo significativo.
“Como me han enseñado a seguir adelante sin importar lo que la vida me depare, creo que estamos mejor unidos aquí en el santuario”, dice Reid. Hay eventos trágicos, muertes y tristeza, pero también hay mucho amor y alegría.