Gracias a su reacción extremadamente rápida, el antílope evitó la mortal mordedura del cocodrilo y rápidamente escapó.
Además de su enorme tamaño, considerado el depredador de agua dulce más grande del mundo, el cocodrilo del Nilo también aterroriza a la gente por sus dientes afilados y su aterradora fuerza de mordida. Cualquier presa que aparece en su punto de mira es casi imposible evitar la muerte, los humanos no somos una excepción.
La víctima se ahogará en el agua o será despedazada por los afilados dientes de los cocodrilos. No existen estadísticas precisas sobre el número de personas que mueren cada año a causa de este animal. Sin embargo, según estimaciones bien fundadas, esta cifra podría llegar a cientos de personas cada año.
Mientras tanto, los antílopes impala se encuentran entre los animales más rápidos del mundo y pueden alcanzar velocidades de casi 90 km/h. Su agilidad les ayuda a esconderse de los depredadores. También pueden saltar hasta 9 metros. Los impalas a menudo evitan el contacto con los leones en las lagunas bebiendo agua durante las horas más calurosas del día, cuando los grandes felinos toman una siesta.