El último deseo del moribundo es ver morir a su hijo. Mientras seas testigo de cómo tu deseo se hace realidad, esta conmovedora narración sin duda te…
El último deseo del moribundo es ver morir a su hijo. Cuando seas testigo de cómo tu deseo se hace realidad, esta conmovedora narración sin duda aumentará tu nivel de sensibilidad.
Kevin McClain, de 56 años, era una persona sin hogar que vivía en su automóvil en Iowa, Estados Unidos. Ingresó en el hospital tras recibir el diagnóstico de cáncer de pulmón, pero pronto fallecería. Un último objetivo estaba en la mente de McClain.
Debe despedirse de Yuty (hembra), su leal perro que ha sido su única familia y con quien ha compartido alegrías y tristezas.
Los esfuerzos del personal del hospital y de los trabajadores voluntarios lograron el objetivo. Ese día, Yuty visitó un hospital.
Aunque McClain no había estado en el hospital en meses, Utie lo recordaba. Se aferra al cuerpo de McClain y continúa mirándolo con adoración como lo hacía antes de quedarse dormido en el auto.
Utie le dio a McClain una suave lamida en las manos y la cara antes de salir de la habitación, se diera cuenta o no de que era la última vez. McClain murió tan pronto como vio a su Utie una vez más.
Según Yutie, es una bendición haber encontrado una nueva familia adoptiva y estar comenzando una nueva vida con ellos.
Tener una mascota hoy en día brinda compañía, apoyo emocional, disminuye los sentimientos de soledad y reduce el estrés. Además, promueve sentimientos positivos de alegría y autoestima, especialmente en los niños. Considere a su mascota como un miembro más de la familia, a pesar de que a muchas personas les gusta su perro o gato y nunca considerarían renunciar a él.
Las interacciones entre humanos y animales no siempre son armoniosas y la convivencia no siempre es beneficiosa. La única otra opción que tiene la familia en tal situación es la adopción.