Este es el conmovedor momento en el que una jirafa le dirigió una triste mirada a un trabajador moribundo que había pasado toda su vida adulta limpiando el recinto del animal en un zoológico holandés.
El trabajador de mantenimiento de 54 años, que tiene cáncer terminal, pidió que su cama de hospital fuera trasladada hasta el recinto de las jirafas en el zoológico Diergaarde Blijdorp de Rotterdam.
En una escena desgarradora, una de las jirafas se acercó al hombre, conocido solo como Mario, y le dio un tierno beso de despedida.
Desgarrador: el emotivo momento en que una jirafa se despidió de un trabajador con una enfermedad terminal en un zoológico holandés
Vínculo especial: La jirafa se acercó a la cama del hospital del hombre y pareció darle un beso de despedida al hombre de 54 años.
“Estos animales lo reconocieron y sintieron que (las cosas) no iban bien con él”, dijo Kees Veldboer, fundador de la fundación Amäpse Wish Foundation, que transportó a Mario al zoológico, al periódico holandés Algemeen Dagblad.
Mario, quien es parcialmente discapacitado, pidió luego un momento para despedirse de sus colegas del zoológico, donde pasó la mayor parte de su vida adulta.
Últimos adioses: Mario, quien es medianamente discapacitado, pidió entonces un momento para despedirse de sus compañeros del zoológico, donde pasó la gran mayoría de su vida adulta.
Conmovedor: el año pasado, la organización benéfica llevó a un hombre de 86 años con una enfermedad terminal a su granja en Oss, Holanda, para que se despidiera de sus ponis.
“Fue muy agradable poder trabajar en el último deseo de este hombre”, dijo Veldboer.
La Fundación AmЬᴜɩапсe Wish es una organización benéfica cuyos voluntarios se especializan en ayudar a pacientes terminales no móviles a cumplir sus últimos deseos.
La organización fue fundada en 2007 por Veldboer, quien también conduce la flota de ambulancias de la empresa para llevar a los pacientes a donde quieran ir.
Las ambulancias están diseñadas específicamente con ventanas largas para que los pacientes puedan ver el mundo pasar mientras son transportados.
El año pasado, la organización benéfica llevó a un hombre de 86 años con una enfermedad terminal a su granja en Oss, Holanda, para que se despidiera de sus ponis.