Miles de rescates han enviado varias advertencias y quejas contra granjas de perros en China. Muchas organizaciones están a cargo de rescatar cachorros de las calles o incluso criarlos para luego transportarlos a mataderos y vender su carne.
Cada año, se planifican laboriosas operaciones de rescate, sin embargo, miles de amigos peludos aún son dañados. Ángel, un perro mestizo de Pastor Belga, es uno de ellos.
Un grupo de activistas salvó al perro mientras era transportado junto con otros doce animales a un matadero en Changchun. Había sufrido lesiones graves, pero era realmente encantadora y parecía contenta de estar en un entorno seguro.
Hollie Cornes la adoptó unos meses después y comenzó una nueva vida. Hollie es entrenadora de perros militares, por lo que tiene mucha experiencia con los animales.
Sin embargo, al ver a Ángel, quedó devastada al presenciar todo el daño que le habían hecho a una persona completamente inocente. La joven comenzó a compartir imágenes de su perro en las redes sociales, y antes de darse cuenta, su peludo amigo había acumulado una gran red de seguidores ansiosos por ayudarla.
Ángel parecía llevar una buena vida, pero tenía dificultades para respirar. Había pasado por cirugía en Beijing antes de ser adoptada por Hollie, pero experimentó varias dificultades a lo largo de los meses.
“Me dijeron que los instrumentos horripilantes que usan para recolectar y manejar cachorros causaron daños en su nariz”, explicó Hollie.
El problema con su nariz era extremadamente delicado y tratarlo resultaría prohibitivamente caro. Para empezar, el perro tuvo que someterse a una tomografía de casi $3,000.
“Una mujer de Instagram inmediatamente donó el dinero, y no podíamos creerlo”, declaró Hollie.
Ángel solo podía respirar por la mitad de su nariz, pero los exámenes revelaron que parte de esa fosa nasal estaba obstruida con tejido cicatricial desplazado.
“No se trataba de una cuestión de estética. ‘Ángel merecía una vida más agradable y saludable’, explicó Hollie.
El perro solo podía respirar a través de un agujero de 2 milímetros. También sangraba continuamente por su herida, lo que hacía que la vida cotidiana fuera muy difícil para ella.
“Cuando nos dimos cuenta de lo difícil que era para ella respirar”, explicó Hollie, “sentimos que no teníamos otra alternativa que someterla a cirugía”.
Gracias a un esfuerzo en GoFundMe, la encantadora perra pudo reunir el efectivo necesario. Demasiadas personas se vieron afectadas por su historia trágica, y todas eligieron contribuir un granito de arena para ayudarla a vivir una vida mejor y disfrutar al máximo sus viajes con su madre.
¡Celebramos cuánto ha cambiado la vida de Ángel de una manera grandiosa! Todos los cachorros merecen un final feliz como este. ¡Comparte!