Al excavar sitios antiguos, los arqueólogos a menudo se quedan con restos hechos de artículos no perecederos. La madera, el cuero, la carne, la tela y cualquier elemento orgánico casi nunca se descubren, ya que se pudren y desaparecen con el paso de los siglos. Pero si se cumplen las condiciones adecuadas y el suelo tiene la composición química adecuada, incluso estos materiales orgánicos pueden conservarse durante mucho tiempo. Gracias a esto, los arqueólogos soviéticos pudieron descubrir el carro Lchashen, una notable reliquia del mundo antiguo, que ofrece una visión fascinante de los avances tecnológicos y las prácticas culturales de la temprana Edad del Hierro.
Vagón Lchachsen, Museo de Historia Nacional de Armenia. (Palickap/ CC BY 4.0 )
El vagón Lchachsen y la evidencia de métodos de transporte antiguos
Maravillosamente conservado, el vagón es una gran muestra del ingenio y la artesanía de sus creadores. Este antiguo artefacto no sólo resalta la sofisticación de los primeros métodos de transporte, sino que también sirve como evidencia fundamental para comprender la dinámica socioeconómica y cultural de la región durante ese período.
El vagón fue descubierto en 1956 durante las excavaciones en el cementerio de Lchashen a orillas del lago Sevan en Armenia. Para ayudar a irrigar la vasta llanura cercana de Ararat, los soviéticos tuvieron que drenar una parte del lago, bajando sus niveles y revelando una enorme ubicación histórica. Este sitio, rico en tesoros arqueológicos, ha arrojado numerosos artefactos que datan de las Edades del Bronce y del Hierro.
El cementerio, con sus extensos túmulos y ajuares funerarios, ofrece una visión completa de los antiguos habitantes de la región que probablemente pertenecían a la cultura Lchashen-Metsamor.
Entre los hallazgos más importantes se encuentra el carro Lchashen, que data de los siglos XV-XIV a.C. Este descubrimiento fue fundamental para mostrar la destreza tecnológica de las personas que habitaron esta zona durante la Edad del Hierro temprana.
El vagón se considera una maravilla de la ingeniería antigua. Mide aproximadamente 2 metros (6,5 pies) de largo y está construido principalmente con madera de roble, con accesorios de bronce que resaltan las habilidades metalúrgicas de sus creadores. La estructura del vagón está compuesta por resistentes vigas de madera, unidas intrincadamente para proporcionar resistencia y durabilidad. Las ruedas, también hechas de madera, están reforzadas con bujes y llantas de bronce, lo que garantiza que puedan soportar los rigores del viaje por terrenos accidentados.
El uso del bronce no sólo con fines funcionales sino también como elementos decorativos indica un alto nivel de artesanía y una comprensión tanto de la estética como de la utilidad.
El vagón recuperado está completo. ( Gira Fénix )
Viajando a orillas del lago Sevan
Una extensa investigación y escaneo indican que partes del carro tenían intrincados tallados y elementos decorativos. Las superficies de madera probablemente estaban adornadas con patrones geométricos y motivos animales, que reflejan la sensibilidad artística de la época y sugieren que el carro fue hecho para una persona poderosa, probablemente un gobernante local. Estas decoraciones no son meramente ornamentales sino que también sirven como marcadores culturales, proporcionando información sobre las creencias simbólicas y religiosas de los antiguos armenios. La presencia de obras de arte tan detalladas en un objeto utilitario como una carreta indica la importancia del arte y el simbolismo en su vida diaria.
El descubrimiento del vagón Lchashen tiene importantes implicaciones para nuestra comprensión del transporte y el comercio antiguos. Es probable que vagones como este se utilizaran para diversos fines, incluido el transporte de mercancías, productos agrícolas y posiblemente incluso personas. La existencia de un vehículo tan sofisticado sugiere que la región había desarrollado una red de rutas comerciales, facilitando el intercambio de bienes e ideas. Esto, a su vez, implica un cierto nivel de complejidad y organización socioeconómica dentro de la sociedad. Además de este vagón, en la región se descubrieron un total de 12, en distintos estados de conservación.
La capacidad de crear vehículos duraderos y funcionales habría sido crucial para el movimiento de bienes y personas, contribuyendo al desarrollo económico y cultural de la región. La integración del bronce en el diseño del vagón resalta las capacidades metalúrgicas de la sociedad y sugiere que tenían acceso a recursos y redes comerciales que les permitieron adquirir y utilizar este valioso material. Y un alto grado de habilidad en carpintería nos dice que se necesitaron muchas horas de trabajo y esfuerzo para construir uno de esos vehículos.
Conservado bajo el lago Sevan
Dado que el carro fue descubierto dentro de los límites de un vasto lugar de entierro, se propone que perteneció a una persona de alto estatus y fue enterrado con ella como algo para usar en la otra vida. El hallazgo también nos dice algo sobre las creencias funerarias de los pueblos pertenecientes a la antigua cultura Lchashen-Metsamor.
Pero sin duda, este hallazgo es increíblemente importante para ayudarnos a comprender mejor la historia temprana de Armenia y las migraciones de los indoeuropeos, a quienes probablemente perteneció esta cultura temprana. Es más, la construcción, la decoración y el contexto del vagón dentro del cementerio de Lchashen contribuyen a una mejor comprensión de las creencias y tradiciones antiguas, así como de las capacidades tecnológicas de la cultura antigua. ¿Hemos dudado de las capacidades de nuestros ancestros compartidos?
Imagen de portada: Vagón Lchachsen, Museo de Historia Nacional de Armenia. Fuente: Gira de Phoenix
Por Aleksa Vučković
Referencias
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