Jayme Harley y su pareja, Aaron Peters, llevaban un tiempo pensando en abrir las puertas de su casa a un nuevo perrito. Ya tenían un hermoso pitbull rescatado en casa, pero Jayme había pensado que todavía tenían mucho amor para dar y que sería lindo ayudar a otro peludo.
Jayme y Aaron viven en Oklahoma, Estados Unidos, y siempre han amado a los pitbulls.
Aaron no estaba del todo convencido, pero un día salió a trabajar y se encontró con algo que lo conmovió. En una estación de servicio había un pitbull cuya salud se veía claramente deteriorada. Era evidente que el pobre estaba pasando muy mal viviendo en las calles, y alguien tenía que hacer algo.
“Se veía que necesitaba una familia”, dijo Aaron.
Aaron es un repartidor de FedEx. Ese día tenía una agenda muy apretada y no pudo detenerse a conocer al perrito. Sin embargo, antes de continuar, le tomó una foto y se la envió a Jayme para decirle que ese era el peludito que habían estado esperando. Jayme quedó en shock cuando recibió el mensaje.
“Tardé un poco en comprender que no era un sueño. Aaron estaba hablando en serio. De verdad quería que fuese a rescatar a ese perro”, dijo Jayme.
Después de todo, Aaron no estaba del todo seguro de tener una nueva mascota, pero el pitbull en apuros lo convenció. Sabía que no podía quedarse de brazos cruzados, así que le pidió a su esposo que buscara al perrito cuanto antes. Jayme condujo hasta la estación de servicio y, tras unos minutos, ganó la confianza del peludito.
“Pensé que nosotros teníamos lo necesario para darle un bonito hogar”, dijo Aaron.
Un vecino le explicó a la joven el oscuro pasado del perrito. Al parecer, alguien lo había sacado de un auto y nunca más volvieron por él. Varias personas habían intentado ayudarlo, pero cuando se daban cuenta de que era un pitbull, preferían simplemente dejarlo allí. Por suerte, Aaron y Jayme tenían otro rescatado de esta raza y sabían perfectamente que los estereotipos en torno a ellos son muy injustos y falsos.