Un día en Texas, un pequeño cachorro abandonado buscó refugio debajo del auto de Abigail, pidiendo ayuda a gritos. Su apariencia frágil y demacrada se parecía a la de una figura esquelética, mostrando el alcance de su extrema debilidad. Los compasivos rescatistas le ofrecieron ayuda proporcionándole algo de comida y agua, mientras le daban espacio mientras temblaba de miedo. Finalmente, reunió el coraje para salir de su escondite. Rescatando a Ellie
Cuando el cachorro, más tarde llamado Ellie, salió de debajo del auto, Abigail (la salvadora de Ellie) rápidamente le puso una correa.
Ellie estaba completamente aterrorizada. “Simplemente se puso en modo tortuga”, dijo Abigail a The Dodo.
Pero, en ese momento, lo más importante era llevarla al veterinario lo antes posible. Pensaron que tenía parvovirus, un virus muy contagioso y mortal si no se trata.
Afortunadamente, no fue parvovirus.
“Nuestro veterinario nos dijo que había estado comiendo tanta comida chatarra que le dolía mucho el estómago. Pero en unas pocas semanas debería estar como nueva”, dijo Abigail.
La pobre bebé había sobrevivido a base de basura quién sabe cuánto tiempo, pero afortunadamente llegó a la persona adecuada que la iba a ayudar a sanar.
En el veterinario, Abigail descubrió que Ellie sólo tenía unos seis meses, por lo que todavía era sólo un bebé.
Aunque nunca lo hubieras sabido al mirar su pelaje seco y escamoso, Ellie era en realidad una mezcla de Golden Retriever.
Durante los primeros días en la casa de Abigail, Ellie todavía estaba bastante asustada.
Ella “estuvo completamente inconsciente durante los primeros días. Pero aprendió que no íbamos a hacerle daño. En realidad, era sólo una cuestión de intentar sacarla de su caparazón”, dijo Abigail.
Creciendo como una hermosa niña dorada. Después de un par de días, finalmente recuperó algo de energía para salir.
“La pelota de tenis la vio e inmediatamente se enganchó. Quería jugar, lo lleva dentro de sí. A partir de entonces fue mucho mejor”, dijo Abigail.
Fue muy lindo ver a Ellie jugar y actuar como debería hacerlo un cachorro.
Poco a poco se fue transformando en una perrita tan vivaz como divertida. Su piel y pelaje también mejoraron y cada día estaba más saludable.
“Realmente nos aseguramos de que ella se sintiera cómoda”.
Ahora, Ellie es una perra completamente diferente, casi irreconocible. Se convirtió en una hermosa niña dorada con un pelaje exuberante y mucha personalidad.
Le encanta montar en coche, sacar la cabeza y las patas por la ventanilla e ir a la playa.
La primera vez que la llevaron a la playa para celebrar su recuperación era la niña más feliz del mundo.
Empezó a cavar y se volvió loca corriendo por la playa, mirando el océano. Ella lo amaba. “Fue un momento tan monumental para ella”.
Ellie es una verdadera luchadora y trabajó duro para llegar al punto en el que se encuentra ahora. Tuvo una recuperación increíble.
Ellie tiene su propia cuenta de Instagram si quieres seguirla y ver más de su vida. Asegúrese de seguir también a Artemis Animal Rescue, Texas, y apoyar su programa de rescate.