El Parque Nacional Wapusk no es más que fascinante. El área remota desde el borde noreste de Manitoba impresiona con sus paisajes espectaculares y una variedad de especies que encontraron sus hogares en este ambiente hostil y severo.
Sin embargo, el lugar es tan hostil como cautivador, especialmente en febrero y marzo. Desde mediados de febrero hasta mediados de marzo, concretamente. Es cuando las enormes hembras de osos polares encontraron la forma de salir de las guaridas. Pero no están solos, sino con sus adorables cachorros de menos de cuatro meses.
Para los fotógrafos de la naturaleza, capturar estos momentos en la cámara es un sueño hecho realidad, pero para presenciar estas escenas, debes enfrentarte a condiciones climáticas realmente difíciles. El más duro diría yo. Pero para esta apasionada fotógrafa capturar un vistazo de una madre osa polar y sus cachorros valió la pena el sacrificio.
Daisy Gilardini, embajadora de Nikon, no solo viajó un largo camino hasta este lugar helado, sino que también tuvo que esperar más de 117 horas en un frío extremo para tomar algunas fotos con una mamá oso polar y sus bebés recién nacidos. Al final, valió la pena todo el esfuerzo, dijo. ¡Sin embargo, estuvo lejos de ser fácil!
“Es extremadamente difícil y raro presenciar la salida de los osos de las madrigueras y uno tiene que enfrentar condiciones extremadamente desafiantes”, dijo Gilardini. “Con estas temperaturas es difícil operar la cámara porque necesitas guantes grandes para evitar que tus manos se congelen y el frío agota las baterías muy rápido”.
Pero después de esperar tantas horas a temperaturas bajo cero (alrededor de 122 °F), sus esfuerzos finalmente fueron recompensados y obtuvo lo que quería. En las siguientes 10 a 12 horas, Gilardini tuvo no menos de cinco avistamientos diferentes de familias de osos polares.
“En el campo, el episodio más memorable es cuando nos encontramos con esta mamá oso descansando con sus dos cachorros en una guarida de día de camino a la banquisa”, compartió la fotógrafa su experiencia. “Estaba extremadamente tranquila cuando nuestro vehículo llegó al lugar y pudimos fotografiarla a ella y a los cachorros durante unas horas antes de que de repente decidiera que era hora de irse”.