Sensibilizado por la difícil situación del can, Ozimar, también llamado Galego, aceptó cuidarlo temporalmente, pero han pasado 20 días y el perro sigue sin encontrar un hogar permanente.
Lo dejaron frente a la tienda y estaba allí cuando llegamos por la mañana. Nos compadecimos mucho de él, así que lo trajimos aquí y lo alimentamos, pero el pobre animal está atrapado en esta situación. No puede caminar porque sus dos patas delanteras están vueltas hacia atrás”, afirma.
El perro, cariñosamente bautizado como Foca debido a su postura en la tabla, no puede moverse debido a que tiene ambas patas abiertas. Los mecánicos de neumáticos lo reubican varias veces durante el día, pero el perro termina arrastrándose por el barro para conectarse con el único compañero disponible, un gato callejero que merodea por el negocio de neumáticos.
Según Lindomar Queiroz, el can se encuentra tranquilo y necesita atención veterinaria, pero no podemos costearla. “Por su apariencia, lo llamamos Foca. Estaba bastante delgado cuando lo encontramos, pero ha ganado peso desde que lo alimentamos. Está sucio por la lluvia, pero no nos importa”, exclama Lindomar.
El abandono del can generó indignación en las redes sociales y actualmente Foca ha sido adoptada por una pareja de Porto Velho. Los trabajadores de reparación de neumáticos que descubrieron al pitbull en la carretera lo cuidaron durante más de tres semanas, proporcionándole comida y agua. Al principio lo llamaron “Foca”, pero luego Michele lo adoptó y le cambió el nombre para siempre.
“Me enamoré a primera vista. Su situación me conmovió profundamente. Ya indefenso, lo está aún más al ser sumiso y cariñoso. Me encanta. Me quedo sin palabras. Lo amo con todo mi ser. Es un sentimiento maternal”, comentó el estudiante de economía empresarial.