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Pequeño y de colores vivos, el petirrojo rosado, a menudo llamado petirrojo rosado, es originario del sureste de Australia. Debido a su distintivo color rosado, esta entrañable ave es fácilmente reconocible, lo que la convierte en una de las favoritas tanto entre los aficionados a las aves como entre los amantes de la naturaleza.
El petirrojo rosado es un pajarito con una longitud aproximada de 10 a 12 centímetros. La parte superior de su cuerpo es mayoritariamente de un color marrón grisáceo oscuro, con un pecho y un codo rosados distintivos. La hembra Pink Robin tiene el cuello y la cabeza de color gris claro, pero el macho Pink Robin tiene el cuello y la cabeza negros.
Los frondosos y húmedos bosques del sudeste de Australia, especialmente los de Tasmania, Victoria y Nueva Gales del Sur, albergan petirrojos rosados. Les encanta residir en lugares donde abundan los helechos y otras plantas del sotobosque. Los petirrojos rosados viven en parejas o pequeños grupos familiares y son aves territoriales.
Los petirrojos rosados comen una variedad de insectos, arañas y otros pequeños invertebrados como su principal fuente de alimento. Tienen fama de buscar comida en el suelo con sus picos arqueados. La fruta es otro alimento que se sabe que consumen los petirrojos, especialmente en el invierno, cuando los insectos son más escasos.
La temporada de reproducción del petirrojo rosado suele comenzar en agosto y dura hasta enero. La hembra construye el nido utilizando pasto, corteza y otros materiales vegetales. La hembra normalmente pone de dos a tres huevos y el nido suele construirse en un hueco poco profundo del suelo. Incubar los huevos y alimentar a los polluelos son tareas compartidas por ambos padres.
Dado que el petirrojo rosado no está actualmente en peligro de extinción, se considera una especie de menor supervivencia. Como esta especie depende de regiones boscosas profundas para su existencia, el hábitat perdido por la deforestación y otras actividades humanas es una amenaza grave para ella.
El petirrojo rosado es un ave muy adorable y distintiva, preferida por los observadores de aves y los amantes del medio ambiente. Es fácil de reconocer por su llamativo plumaje rosado y su pequeño tamaño, y es interesante observar cómo se comporta y se reproduce. Aunque el petirrojo rosado no está en peligro de extinguirse en este momento, es seguro que sigamos manteniendo su entorno para garantizar su existencia para las generaciones futuras.