Afortunadamente, hay ángeles en la Tierra que no dudan en demostrar que el amor es capaz de obrar milagros, ayudando a los más vulnerables a superar la adversidad y encontrar la felicidad.
Puddin es un dulce perrito que tuvo un comienzo difícil en la vida. Sus anteriores dueños en Texas, EE. UU., la rescataron cuando tenía cinco meses. Sin embargo, la ignoraron y seis semanas después murió de una infección ocular que le quitó la vista.
.Desafortunadamente, perdió la vista a una edad temprana. Estaba completamente ciega cuando llegó a la Sociedad de Texas para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (SPCA). Tuvieron que quitarle los ojos y coserle las cuencas de los ojos.
Cory Gonzales, su nueva dueña, una estudiante de 22 años de LuƄƄock, Texas, afirmó que cuando la recibió estaba lastimada ya que los dueños anteriores se negaron a cederla a pesar de no cuidarla.
La organización de protección animal tardó más de lo esperado en llevarlos a los tribunales, y cuando ganaron, los ojos de Puddin quedaron completamente destruidos.
La SPCA descubrió que Puddin tenía una grave infección ocular; la enviaron a un especialista que le advirtió que se quedaría ciega como resultado del daño de esta afección.
Un examen más profundo de sus ojos indicó que estaba muy incómodo.
A pesar de su falta de visión, Puddin exuda una alegría contagiosa. Su pasión por la vida es admirable. Este pequeño niño realmente ha capturado los corazones de cientos de usuarios de redes sociales.
Le quitaron los ojos para mejorar su calidad de vida.
Cory ha estado documentando las aventuras de su mascota Puddin en su cuenta de Instagram desde que lo adoptó hace tres meses.
Con más de 8.000 seguidores, ha creado un gran revuelo en las redes sociales.
A los admiradores de Uddin les gusta verlo aprender nuevos trucos. Son un testimonio de la alegría y la voluntad de vivir que siente cada día. Cory la llama “una niña fuerte”. Toma largas siestas, le gusta jugar con sus patas y le encanta que su padre la cargue.
“Me enamoré de Puddin en el momento en que la vi en línea”. Regresé con ella al día siguiente de conocerla y adoptarla. “Creo que ambos nos consideramos afortunados de habernos conocido”.
Ahora tiene cinco meses y es un brillante ejemplo de amor y alegría. Ha hecho un trabajo increíble al adaptarse a su nueva vida.
“Él incluso sabe cómo evitar chocar con objetos”. Es “muy sorprendente presenciarlo”.
Su falta de visión no le ha impedido sentirse alegre; Ha aprendido a correr, descubrir sus juguetes y divertirse usando su sentido del olfato.
Para Cory, tenerla como mascota y disfrutarla cada día es una bendición, y para el resto del mundo, él es una bendición por amar y cuidar a las personas que han sufrido tanto. No dejes de contar esta conmovedora y asombrosa historia.